Olivos en flor es una obra de carácter personal que escenifica, por una parte, los sentimientos y emociones vividas a partir del abandono de mi madre, y, por otra, la comprensión de mí misma en el momento presente, que se revela como consecuencia y evolución de tiempos pasados.
En la obra se rememoran, clasifican, reviven, analizan y ordenan internamente eventos y presencias del pasado, dándoles a todos ellos una nueva forma artística que cambia por completo su significado.
Con la incorporación y apropiación de algunos fragmentos de “La bâtard” (1964) de Violette Leduc, se pretende reflejar el sentimiento universal del abandono; es decir, las emociones y pensamientos que cualquiera puede experimentar cuando un ser querido se aleja para no volver.
Mediante la práctica deliberada de recordar, imaginar, y recrear, se consigue aflorar aquello que permanece después de la ausencia.
